El balneario emplazado a orilla del río Famaillá, en la ciudad del mismo nombre, se constituye en este verano en una de las opciones preferidas de miles de tucumanos del interior que salen en busca de alivio a los agobiantes calores de estos tiempos.
Muchas familias, impedidas de viajar a vacacionar en los destinos tradicionales a causa de la crisis económica, han encontrado en este sitio una alternativa atractiva para la recreación y el descanso.
En un extenso terreno de seis hectáreas, nutrido de árboles, una caminería bordeada de merenderos y de puestos de ventas, los visitantes disponen de una amplia piscina diseñada para adultos y otra para niños.
Ambas cuentan con toboganes desde los que siempre los más osados se lanzan al agua entre gritos y carcajadas. El Parque Jurásico, con esculturas de animales prehistóricos, es otra de las atracciones que asombran principalmente a los niños.
Estas, según se informó, fueron hechas por escultores que arribaron desde distintos puntos del país a participar de un encuentro que se realiza todos los años en esa ciudad.
Los animales esculpidos –dinosaurios, Tyrannosaurus rex, Crocodiles y torvosaurus, entre otros- son del tamaño que, según los registros paleontológicos, tuvieron en vida.
En las orillas del río los jóvenes se divierten practicando vóley y fútbol de playa.
Empanadas y piletas
“Los fines de semana este espacio se puebla de gente que no solo es de esta ciudad, sino que proviene también de otras provincias. Es que Famaillá es ya un destino turístico que tiene como principal atracción el Paseo de los Emprendedores al que se llega a saborear empanadas y otras comidas regionales. De ahí alguna se pasa al balneario”, contó Yésica Britos, directora del espacio recreativo.
El balneario abre sus puertas a las 8 y permanece abierto hasta un poco después de las 19. En el lugar está prohibida la venta y el ingreso de bebidas alcohólicas. “Este es un espacio pensado para las familias. Aquí pueden venir y pasar una jornada agradable. Hay asadores, merenderos, sanitarios y una laguna para practicar pesca. El que estuvo aquí siempre regresa”, remarcó la directora.
Emiliano Pardo, director de Rentas del municipio, aseguró que para el funcionamiento del balneario ningún detalle quedó librado al azar. “Las piletas tienen un cuidado diario y son inspeccionadas por el Siprosa. Se las mantiene impecable con un control diario del Ph del líquido. Tenemos gente especializada que realiza esa labor. También hay médicos y enfermeros que permanecen de turno aquí para controlar a la gente que va a ingresar al agua y por cualquier emergencia”, precisó el funcionario. “En esta obra está la decisión política del intendente, Enrique Orellana, de consolidar a Famaillá como un destino turístico que ofrece varias opciones a fin de que el visitante la pase bien. También está el propósito de generar salida a los productos que elaboran empanaderas y otros emprendedores”, dijo por su parte Laly Pereyra Vale, también funcionaria del municipio. “Este espacio genera trabajo e ingresos a muchas familias que se instalan aquí y venden sus productos”, añadió.
Las familias
“Es bueno que el municipio se haya preocupado por habilitar un sitio de recreación adecuado, con servicios esenciales, a fin de que lo puedan disfrutar muchas familias que carecen de la posibilidad de vacacionar en otras provincias balnearias. Es mi caso, que tengo una familia con cuatro hijos y no me alcanzó, a raíz de la crisis económica que padecemos, para viajar a las playas del mar, como en otros años”, comentó Juan Salvatierra, de Concepción.
“Seria excelente que todos los municipios dispongan de un espacio como el de Famaillá, accesible a todos. Eso es también pensar en la gente más necesitada” apuntó. En el mismo sentido se pronunció Javier Villafañe, que llegó a Famaillá desde la Rioja. “Me acerqué a esta ciudad a saborear las empanadas y me di con que estaba este balneario que mis chicos lo disfrutaron a pleno. Se cansaron de sacar fotos a los animales prehistóricos”, contó el hombre.